- Cambios bruscos de conducta o humor.
- Miedos intensos, angustia o ansiedad.
- Dificultades en la adaptación escolar.
- Problemas de sueño, alimentación o control de esfínteres.
- Retraimiento o dificultades para relacionarse.
- Procesos de duelo, separación o situaciones estresantes.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.